El proyecto persigue una táctica que favorece la PERMEABILIDAD URBANA de la ciudad hacia el entorno natural, gracias a reducir la anchura de sus bloques a 16,95m y ampliar el espacio entre ellos. Con ello se uniformiza la tipología de viviendas, se garantiza mayores vistas rectas y un soleamiento óptimo de los frentes de fachada.
La organización general en planta viene determinada por un estudio riguroso del soleamiento de cada bloque en relación con los demás y por unas condiciones de VPO pasante, que apuesta por comunidades reducidas distribuidas a base de dos viviendas por planta.
La distribución de vivienda divide estancias de día y de noche, respetando la colindancia de usos compatibles, localizando el cuerpo de dormitorios al Este y cuerpo de cocinas y sala al Oeste. Los baños forma una pieza compacta central que divide estos usos funcionales asegurando un adecuado aislamiento acústico y funcional entre ambos.