El proyecto quiere dar respuesta a su singular emplazamiento en el límite urbano junto a la variante y los talleres y fábricas actuales. Respetando la envolvente máxima de la edificación marcada por el Plan, se desarrolla la propuesta con el fin de obtener un máximo aprovechamiento edificatorio, al soleamiento y al espacio natural (que por su posición fronteriza disfruta) y generar un ámbito vecinal propio de gran cualidad.
Así la propuesta desarrolla dos piezas cuya contundencia formal y constructiva resuelve el problema de la orientación y la adaptación al entorno en un solo gesto, desde la racionalidad de la organización espacial y desde la capacidad de resolver las necesidades en un solo mecanismo. Las envolventes se quiebran proporcionando un buen soleamiento, visuales amplias y una permeabilidad entre el ámbito interior entre bloques y el exterior, lo que permitirá mejorar la calidad de las viviendas. Ante la excesiva longitud de las edificaciones estas fachadas quebradas favorecen la creación de volúmenes más dinámicos y cambiantes, para integrarlo en el paisaje.
Proponemos el espacio libre común entre bloques como un área fundamental del proyecto. Queremos que la edificación participe de este nuevo espacio generando un parque peatonal de acceso a las viviendas con las diferentes dotaciones y ajardinados con especies autóctonas y plantas tapizantes facilitando soluciones de muy bajo mantenimiento y que doten de valor ecológico a la plantación.