El conjunto de viviendas se reparten en siete edificaciones de pequeño volumen, que se asientan a modo de damero, de tal forma que favorecen visuales amplias, soleamientos repartidos de las viviendas, la generación de ámbitos propios y una gran permeabilidad urbana, tanto visual como de comunicación peatonal, entre los dos ámbitos verdes previstos.
Los edificios propuestos ponderan tanto el soleamiento como el carácter de las áreas con las que lindan. Valoran sus cuatro frentes, de manera que captan energía de sus tres orientaciones más favorables y aprovechan las vistas que ofrecen.
Las piezas principales de la vivienda se sitúan en las cuatro esquinas aprovechando su valor visual y soleamiento. El empleo de materiales tradicionales y aleros perimetrales permiten proteger a toda la edificación y orientarla a los diferentes ámbitos.